domingo, 8 de abril de 2012

Capítulo 13


¡Hola! Como dije, el domingo subiría un capitulo y aquí lo teneís. Creo que me ha quedado un poco largo, pero bueno. Espero que hayaís pasado unas buena vacaciones que ya no queda nada para empezar de nuevo las clases. Me gustaría que contestárais la encuesta que he puesto en el blog si no os importa. Mi twitter, como siempre: @SaraiLoveSlayer; para cualquier cosa estoy ahí. Gracias por leer.

Hope you like it!

(Rose)

Tras arreglarme, guardar lo necesario en una mochila y pasar a recoger a Alice, las dos llegamos sobre las siete de la tarde a casa de Carol preparadas para nuestra noche de chicas. Llamé al timbre y Ash vino a abrir, las hermanas habían llegado antes que nosotras. Nos saludamos y fui a la cocina a dejar las cosas que Carol me había encargado que comprase para la cena de esta noche y la comida de mañana.

- ¿Había de todo? –preguntó Carol cuando entré en la cocina. Asentí con la cabeza.- Genial, déjalo ahí.-dejé las cosas sobre la encimera y me puse a ayudarla.-
- ¿Sabes que nos tienes a todas intrigadas? –dije.
- ¿Yo? ¿Por qué?
- Venga Carol, no te hagas la loca, lo sabes perfectamente.
- No sé de lo que me estás hablando. –Quiero mucho a esta chica, pero cuando se hace la tonta me saca de mis casillas.
- Te hablo del chico misterioso. –No me contestaba.- ¿Nunca piensas decirnos quién es? ¿Tan malo es que no se lo puedes contar a tus chicas?
- No es eso, Ro.
- ¿Entonces? ¿Qué pasa? –La miré y estaba sonriendo.- ¿Y ahora porqué sonríes?
- Mañana lo sabréis y no es nada malo, todo lo contrario. –sonrió de nuevo y se fue al salón con una bandeja con una bebida para cada una.

Salí de la cocina con un bol de patatas fritas y las demás ya estaban sentadas en el sofá. Me preguntaban con la mirada si había conseguido lo que todas queríamos: saber quién era el chico misterioso. Pero respondí negando con la cabeza, así que decidieron “atacar” entre todas aunque creo que tendrán el mismo éxito que yo: ninguno.

- ¿Qué hiciste ayer, Alice? –dijo Emma guiñando un ojo a todas con la esperanza de que Carol no se diera cuenta.
- Pues salí a comer con mi familia. –respondió.- ¿Y tú? –me preguntó.
- Poca cosa, me quedé en casa todo el día. ¿Y vosotras? –dije dirigiéndome a Ashley y Emma.
- Fuimos a casa de los abuelos. –Carol la interrumpió.
-Chicas, sé a donde queréis llegar con estas preguntitas, y vuelvo a deciros que lo siento mucho pero aún no os lo puedo contar. En menos de lo que esperáis, lo sabréis y entenderéis todo. –Y un “joo” general inundó el salón y terminó con aquella conversación.

Después de darnos por vencidas, cambiamos el tema de conversación hacia lo que nos esperaba en el día de mañana: el concierto al que más deseábamos ir. Luego, hicimos la cena, hoy tocaban hamburguesas. Y como solía ocurrir en nuestras noches, terminábamos a las tantas de la madrugada hablando en la habitación de Carol hasta que nos íbamos quedando dormidas poco a poco.

(Ashley)

Desperté bastante temprano. Miré a mi alrededor, las chicas seguían durmiendo así que me levanté con cuidado y salí sin hacer ruido de la habitación. Bajé hasta el salón y me senté en el sofá. ¿Pero cómo conseguían dormir? ¿Cómo sabiendo que en pocas horas estaríamos en el concierto teniendo muy cerca a aquellos chicos que en poco tiempo nos habían robado el corazón? Yo desde luego no había pegado ojo en toda la noche. Cada vez que cerraba los ojos para intentar dormir, la imagen de Harry Styles aparecía en mi cabeza interrumpiendo mis intentos por conciliar el sueño. Sus ojos verdes, sus rizos, su sonrisa. Tan solo el pensar que esta noche le tendría tan cerca me producía un escalofrío. Al poco rato noté que alguien bajaba las escaleras intentando no hacer ruido. Giré la cabeza para ver de quién se trataba. Era Carol, se acercó al sofá y se sentó a mi lado.

- No has dormido nada, eh. –me preguntó.
- Nada de nada. –dije negando con la cabeza riendo. –La culpa ha sido de Harry, ha estado toda la noche paseándose a su antojo por mi cabeza.
- Tendremos que decirle esta noche que no lo vuelva a hacer, no te deja descansar y te salen ojeras. –dijo riendo.
- ¿Tengo ojeras? –dije preocupada poniendo las manos encima de mis mejillas.
- Que no tonta, que era una broma.

Las demás no tardaron en bajar. Pasamos toda la mañana escuchando el cd “Up All Night” y cantando por toda la casa. Menos mal que solo estábamos nosotras cinco, porque si alguien nos veía pensaría que estamos más locas que unas cabras. Después de comer decidimos empezar a arreglarnos para el concierto ya que teníamos que ducharnos las cinco y claro, no queríamos llegar tarde.

(Carol)

Echamos a “piedra, papel o tijera” quien entraba primera a la ducha. Gané yo, así que me puse a ducharme pero sin tardar demasiado para que pasara la siguiente. Saqué del armario unos pantalones cortos vaqueros ya que hacía calor, y me puse una camiseta azul con la palabra “smile” escrita en blanco. Mientras las demás iban arreglándose, terminé de secarme el pelo para planchármelo después. De vez en cuando me asomaba a la puerta del baño para ver cómo iban, estaban nerviosas, pero aún no sabían que lo mejor de la noche iba a ser el final. Después de pintarme, como solía hacer, la raya inferior del ojo negra, darme un poco de colorete y ponerme rímel, me puse las converse azules. Preparé un pequeño bolso donde metí la blackberry y el monedero y cogí la sudadera que me había dejado Louis para devolvérsela luego y bajé a esperar a las demás. Emma ya estaba lista en la entrada.

- Oye, ¿esa sudadera es nueva? –me preguntó. Esto no lo había previsto. Tonta, Carol. Eres tonta.

Menos mal que las demás empezaron a bajar y pude evitar el tener que contestar a esa pregunta. Estábamos todas listas así que salimos en dirección al metro. Seis paradas se interponían entre el estadio donde era el concierto y nosotras.

(Emma)

Tras seis estaciones de metro al fin llegamos al estadio. Había un montón de gente por los alrededores, y la cola para entrar era inmensa. Menos mal que nuestras entradas eran numeradas y no necesitábamos pegarnos con nadie para conseguir un buen sitio. A los 10 minutos abrieron las puertas y nos dejaron entrar. Encontramos nuestro sitio, tan solo dos filas de sillas había entre nosotras y el escenario. “Podrían quitar las sillas” pensé, “No nos vamos a sentar ni un minuto durante el concierto”. Nos acomodamos, estábamos algo nerviosas. 

Media hora para que empezara. Quince minutos. Diez minutos. Cinco minutos. Esta espera se me está haciendo eterna. Tres minutos. Dos minutos. Se apagaron las luces y en el escenario se podían distinguir perfectamente las sombras de los cinco miembros de One Direction. El estadio enloqueció. Solo se oían los gritos de todas las que estábamos allí, nosotras cinco incluidas. Una melodía fácilmente reconocible empezó a sonar y acabó la oscuridad. Empezaron cantando “Na na na”. Cantábamos y saltábamos en nuestros sitios.

Me pareció que el tiempo había pasado muy rápido. Cuando me quise dar cuenta, los chicos estaban despidiéndose mientras cantaban “I want”. Aquello llegaba a su fin, aunque yo querría seguir allí para siempre. Escuchando esas voces espectaculares y viéndolos a ellos, a pocos metros de distancia.

Terminó la canción y desaparecieron del escenario. Esperamos a que el mogollón de la gente saliera para evitar empujones y salir tranquilamente.

- Me he quedado sin palabras. –me decía Ashley.
- Chicas, tengo algo que confesaros. –dijo Rose.
- ¿El qué? –preguntamos a la vez.
- Estoy enamorada. –contestó y reímos.

Mientras salíamos de allí, vi que Carol escribía muy contenta algo con su móvil. Esta chica…o nos cuenta que la pasa o tendré que usar mis métodos para hacerla hablar.

- Esperad, aún no podemos irnos. –dijo Carol.
- ¿Por? ¿Qué pasa? –dijo Alice.

(Carol)

Mientras salíamos de allí, recibí un sms.

“Nos vamos a cambiar y os esperamos en la puerta trasera. Da tu nombre al de seguridad, os dejará entrar sin problemas. xx”

Era Louis, naturalmente y le contesté que enseguida íbamos.

- Esperad, aún no podemos irnos. –dije.
- ¿Por? ¿Qué pasa? –dijo Alice.
- Seguidme. –contesté. Las llevé hasta la puerta de atrás del estadio pero antes de dirigirme al de seguridad, paré un momento. – Chicas, tengo que pediros algo.
- ¿El qué? –preguntó Emma.
- Intentad no gritar y comportaros con tranquilidad y normalidad, por favor. –dije y sin dejarlas contestar fui donde estaba el de seguridad “Carol Martin” dije e hizo un gesto de aprobación con la cabeza y nos guió a las cinco hasta una habitación donde estaban los chicos.

(Alice)

Ninguna de las cuatro sabíamos donde quería ir con tantas ganas Carol. Después de decirnos que estuviéramos tranquilas se me ocurrió la loca idea de que tal vez los chicos estuvieran a punto de salir y que quizás los veriamos y podríamos hacernos alguna foto con ellos, pero cuando vi que se acercaba al de seguridad, me descolocó por completo. Entramos por un pasillo y entonces vi que ellos estaban allí. Los cinco. Y Carol se acercaba a saludarlos con total normalidad. No entendía nada. Absolutamente nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario