lunes, 2 de abril de 2012

Capítulo 9

Como dije antes, hoy dos capítulos, sí, tenía ganas de escribir. Gracias por leerla. Aquí os dejo con el siguiente capítulo. Twitter: @SaraiLoveSlayer ¡Ah! Quería pediros un favor...¿podriais pasarle mi fic a vuestras amigas y eso? ¡Os lo agradecería un montón!

Hope you like it!


“¿Estás disponible hoy?”

Inmediatamente una sonrisa apareció en mi cara. Era Louis. Iba a contestar cuando sonó el timbre de la puerta. Me levanté, me recogí el pelo, y bajé con la Blackberry en la mano contestándole.

“Depende de para quién.”

Lo envié. Abrí la puerta. Y ahí estaba él con su increíble sonrisa mirándome.

- ¿Para mi? –me preguntó.
- Miraré en mi agenda a ver si hay algún hueco. –Dije queriendo parecer seria y él empezó a reír.- Anda pasa. –Entró y cerré la puerta, le llevé hasta el salón. – Tendrás que esperar a que me vista, no querrás que vaya por ahí en pijama.
- Tendría su gracia. Pero en otra ocasión. –Me sonrió.- Aquí te espero.- Dijo sentándose en el sofá.
- Pon la tele si quieres. –Dije mientras subía las escaleras.

Me metí al baño a darme una ducha rápida, me sequé el pelo haciendo hincapié en que el flequillo quedara bien recto sobre la frente y lo demás lo dejé suelto aunque aún no estaba del todo seco. Me pinté la raya inferior del ojo negra y me di un poco de colorete en las mejillas. Abrí el armario, miré por la ventana, hacía sol, así que elegí un pantalón corto vaquero y una camiseta blanca con el hombro caído. Un toque de rímel, cogí la Blackberry, algo de dinero que guardé en el bolsillo del pantalón y lista. Bajé silenciosamente las escaleras y entré al salón. Me acerqué despacio al sofá, parecía que no me había oído llegar.

- Estoy lista. –susurré.
- Pues vámonos. –giró la cabeza para mirarme, ambos sonreímos, apagó la tele y salimos de casa.
- ¿Y dónde vamos hoy? –pregunté mientras subíamos en su coche.
- Primero pasamos por mi casa, me he dejado la cartera.
- Ok.

Después de unos veinte minutos llegamos a su casa. Bajamos del coche y abrió la puerta, me guió por el pasillo poniendo su mano en mi espalda hasta el salón.

- No te asustes, seguramente aparezca Harry en calzoncillos de un momento a otro. –me dijo cuando llegábamos al salón.

Reí ante su comentario entrando en el salón. La verdad, tenía ganas de conocer a Harry en persona, bueno, como al resto de los chicos, pero a él especialmente, llevábamos varios días hablando por Skype y era encantador.

- Esperame aquí, ahora vuelvo. –Me dijo a lo que yo respondí con una sonrisa.

Me quedé observando el salón, era bastante amplio, tenía un sofá bastante grande delante de la pantalla de plasma, una mesa, muebles y algo que llamó mi atención, varios portafotos y me acerqué a verlos mejor. Había fotos de los cinco juntos, de Louis de pequeño, de Harry con su familia… Cuando estaba viéndolo alguien me abrazó por detrás.

- Hola rubia.
- ¡Rizos! –Le abracé.
- Ya era hora que Louis te trajera. Estaba empezándome a cansar de verte solo por la pantalla del ordenador. –Reí.
- Sí, yo también tenía ganas de verte. –Sonrió y nos dimos otro abrazo. Era increíble, habíamos hablado varias veces, ni siquiera nos habíamos visto en persona pero nos habíamos echo muy amigos.
- ¿Te quedarás a comer? –Me preguntó.
- Tendrá que ser otro día porque hoy me la llevo yo. –Dijo Louis bajando las escaleras.
- Bueno, vale. –Dijo Harry haciendo una mueca.- Pero me debes una comida, rubia. –Me señalaba con el dedo.
- Eso está hecho, rizos. Cuando y donde quieras.
- ¿Nos vamos?
- Claro. Ya nos veremos señorito Styles. –Le di un beso en la mejilla y fui hacia la puerta con Louis.
- Adiós rubia. –Oí que gritó Harry antes de que saliéramos de allí.

Salimos de la casa pero esta vez no cogimos el coche.

- ¿Te importa caminar? –me preguntó.
- Para nada, me gusta pasear.
- Mejor, de todas maneras no está muy lejos de aquí.
- Aún no me has dicho donde vamos. –Le miré.
- A comer.
- ¿No me digas? –dije irónicamente.- Me refería a qué sitio, bobo.
- Ya lo sé, pero no quiero decírtelo.
- Ah, entiendo, ¿una sorpresa? –Asintió.-  Entonces no te torturaré para que me lo digas.
- ¿Pensabas torturarme? –dijo mirándome con sorpresa.
- Claro. –Y no pude evitar echarme a reir por la cara que había puesto.

Seguimos caminando durante un rato mientras charlábamos y reíamos, era imposible estar un minuto seria si estabas con él. Llegamos a un pequeño restaurante, por dentro parecía un bosque, era muy bonito, me encantaba. Nos sentamos en una mesa del fondo y el camarero trajo la carta para que decidiéramos qué íbamos a comer. Después de mirar todo lo que había, al fin nos decidimos, Louis llamó al camarero, pedimos y al rato nos trajeron la comida. Mientras comíamos reíamos, hablábamos de todo un poco, de música, de cine.

- ¿Puedo hacerte una pregunta? –dijo cambiando de tema.
- Claro, dime. –dije metiéndome un trozo de filete en la boca.

(Louis)

- ¿Te gusta Harry? –Pregunté y se atragantó – Eh, no te ahogues, si lo sé no te lo pregunto. –reí levemente.
- No, ¿por? –Contestó después de toser.
- Nada, nada, simple curiosidad. –Dije restándole importancia.

No, no era simple curiosidad. “Necesitaba preguntarlo” habría estado mejor, aunque seguramente eso hubiera llevado a varias preguntar por su parte. Parecía firme y segura de ese “no” y eso me aliviaba, no me había gustado para nada verlos abrazados en casa, y sí, supongo que habían sido celos y aún no sé muy bien por qué, me atrevería a decir que es algo pronto para poder decir que estaba enamorado de ella. Lo que sí sé es que sentía algo por ella, algo que nunca antes había sentido por nadie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario